No construiré nada después de ti,
dejas un solar de arenas movedizas
y unas manos doloridas de mover escombro.
No queda nada, un agujero negro,
ni un solo naipe del castillo en pie.
Se ha perdido el rey de corazones,
la reina llora y el bufón me mira.
No podré construir nada todavía
con mi máquina oxidada, y mi cuerpo.
No podré, hasta que se sequen tus huellas,
arranque las malas hierbas
y ahuyente los fantasmas que arrastran
tu nombre en las cadenas.
Hoy he encontrado un comodín.
Hoy he encontrado un comodín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario