jueves, 21 de abril de 2011

Tus sombras


Te persiguen oscuras.
Las tuyas, las de los otros.
Las arrastras desde siempre,
desde el primer paso...
Y por mucho que intentes correr,
siempre te pisarán los talones...
Tus sombras:
Algunas  pesadas y oscuras,
otras húmedas e impotentes,
Huelen a rancio, a podrido,
desengaño, traición o locura.
Saben a culpa, a espinas atrangatadas,
a roles que se deshacen.
Pueden cortar la respiración,
o acelerarte el ritmo cardiaco.
Hay coágulos de promesas,
de te quieros envenenados.
Te despiertan por la noche,
te dan sed, tos y fiebre,
y ganas de vomitar por los ojos.
También pueden hacer que te entre el apetito de volver atrás...
O simplemente que necesites gritar...
¡Sombras, sombras, sombras
que nublan y eclipsan las ganas...!