domingo, 4 de octubre de 2009

¿Por qué escribo?

Supongo que para tratar de masticar la vida, que se me atraganta.
El papel, mi microscopio del cosmos.
Pongo la tinta en el cristal y la miro desde diferentes ángulos.
Escupo preguntas sin respuesta y las centrifugo.
Nombrar el abismo calma el vértigo.
Con la palabra desangro y cicatrizo,
invoco mis fantasmas y no olvido
dónde está la piedra en la que tropiezo.
Al principio, para encontrarme.
Pero cuando descubres quién eres, dejas de serlo,
porque sabrás algo que el otro que eras ignoraba.
Dejé de encajar en el puzzle y comencé a hilar palabras,
que acaso llenaran esa brecha.
Ahora tengo más perspectiva y no quiero bajar.
Comencé con la ficción cuando vencí
el miedo a enfrentarme a la palabra.
Puede que escriba por todo esto o quizá por otra cosa.
Pero estoy condenada y salvada por las letras.