lunes, 6 de enero de 2014

Instrucciones para desenamorarse de tu pareja

Para desenamorarte de tu pareja: haz todos los días sota, caballo y rey, no explores nuevos territorios en su piel, ni te pintes los labios o te pongas su traje favorito, nunca envíes flores a la oficina, ni dejes una nota en la que ponga “te quiero”, repítete como un autómata, no compartas ningún pensamiento, historia o anécdota nueva, cuando te cuente algo húndelo, contesta mecánicamente y critícale todo lo que puedas, sobre todo en público, hazlo con una voz de pito que se meta en los tímpanos y chirríe dentro, pon la televisión todos los días a la hora de la cena, si te habla, sube el volumen y chístale, pregúntale qué quiere por su cumpleaños, ponte un pijama de franela para dormir a ser posible con calcetines, no hagas nada a solas, rodéate de gente que llene tu conversación, viajes en parejas, cenas en parejas, cines en parejas, trátale como al enemigo, como si fuera el culpable de todos los problemas de la humanidad, no le digas nada bonito, pero lanza piropos a los demás en su presencia, ridiculízale todo lo que puedas, retrásate y no le expliques por qué, no le calientes la cena si llega tarde, dile que su madre cocina mejor, responde con gruñidos a sus preguntas o no respondas en absoluto, háblale de otros amores imposibles, recuérdale lo apasionado y detallista que era cuando os conocisteis, haz que te repugne ese lunar que antes tanto te gustaba, su risa, su forma de caminar, como se rasca la cabeza, como mastica, su forma de vestir, hazle la cobra si te va a besar y, por último, lo más importante, deja de hacer el amor hasta que se os formen telarañas en los orgasmos.

En este punto, inevitablemente, os evitareis el uno al otro hasta que uno de los dos haga por fin las maletas, cometa adulterio o tengais un hijo. Enhorabuena, el proceso de desenamoramiento se ha instalado con éxito.

Cuadro de 

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