domingo, 3 de noviembre de 2013

Lejos de aquí

El Gallo, Marc Chagall

Busco palabras azuladas para contarte una historia de amor surrealista. Mojaré las letras de azul marino, cielo y océano para diluir los personajes en tu subconciente. Tienes que imaginarte una atmósfera verde azulado y respirar en ella óleo y luz onírica. De pronto emergen del azul verdoso, en un bosque cerca del mar, una arlequín, vestida mezclando tonos del fuego, que va descalza, porque ya está cansada de andar y un gallo gigante, con plumas de algodón y llamas en la cola, del que se ha enamorado perdidamente. Como es un sueño, no debe sorprenderte. En ese lugar está permitido ser arlequín y por supuesto amar a los gallos que pelean por ti. Así que no los juzgues. Fluye. Déjate llevar por el incendio. La arlequín se monta en el gallo y le dice al oído: “llévame lejos de aquí” y el gallo contesa “quíquiriquí” y la arlequín vuelve a decir “lejos de aquí”, “quíquiriqui”, “lejos de aquí”, “quíquiriqui”, “lejos de aquí”, “quíquiriqui”... La arlequín rodea el cuello del monstruo con ternura, arden cabeza contra cabeza, y siguen difuminándose con amor en el azul hasta desaparecer de nuestra vista.  Dicen que aún habitan los sueños por las noches en el océano y que reman en una barca, enredados, y que la arlequín le sigue diciendo todavía “lejos de aquí” y el gallo le sigue respondiendo “quíquiriquí”. Y así son felices, verdeazuladamente a su manera.

2 comentarios:

  1. He tardado pero por fin!!! me ha gustado mucho reina...felicidades!!!!

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