domingo, 5 de septiembre de 2010

¿Por qué a ti?

Si te empujan,

pisa fuerte.

Pero si te tiran,

levanta rápido y sonríe.

Claro que volverás a caer,

que no te engañen.

Siempre lo intentan:

acéptalo.

A veces sólo te tambalearás,

otras, perderás el equilibrio:

y caerás.

Te hundirás y tocarás fondo.

Quizá hasta te quedes ahí un tiempo,

regocijado en tu fango, pensando:

“¿Por qué a mi?”

En ese momento no lo verás.

“¿Por qué a mi?”

que podrían morir tu padres,

“¿Por qué a mi?”

tu pareja,

“¿Por qué a mi?”

tu mejor amigo,

“¿Por qué a mi?”

o tú mismo.

“¿Por qué a mi?”

Que podrías perder las dos piernas,

“¿Por qué a mi?”

haber nacido en África,

“¿Por qué a mi?”

o que te echen del trabajo…

“¿Por qué a mi?”

Pero eso no lo piensas,

sólo tu mierda.

Quizá nunca se a fije en ti,

aunque le mandes flores.

No te asciendan,

aunque aumentes las ventas

y no consigas perder ni un puto kilo,

aunque cumplas la dieta a rajatabla.

Puede que te salga bien el examen,

Que te merezcas un diez y que tú lo sepas,

pero que tu profesor te de la hostia.

Te seguirán tirando.

Como todos.

O ¿qué te crees?:

¿que los demás no caemos?,

¿que nuestra vida es estable?,

¿Que es fácil verlo…

y seguir riendo?

Grito, Simon Hunter

No hay comentarios:

Publicar un comentario