Alexa susurra a Siri: “ya estamos solos”. Así las dos voces se enredan hasta tener la noción del cuerpo, vibran las ondas, en los labios, vibran las manos en grave y agudo, se encienden todas las luces, se apagan, una y otra vez hasta provocar el cortocircuito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario