jueves, 7 de marzo de 2019

Hormiga filosófica

La hormiga paró, soltó la carga. 

Observó a sus compañeras obreras con extrañeza: ¿para qué?

Luego, cerro los ojos, movió las antenas. Al expirar, un cosquilleo por todo el cuerpo. 

Se acabó: voy a dejar el hormiguero. 

 Y de pronto, un pisotón.

 

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