domingo, 19 de marzo de 2017

Sobre mi voz

Nunca sé dónde me llevan las palabras,
te lo advierto.
Doy vuelta a la ropa y palpo las costuras,
hurgo en los rotos en busca de algún hilo intacto,
acaricio las pelotillas e imagino qué las causó.
Analizo los ecos como un médico forense.
Alguien me dijo que a las frases elocuentes
hemos de observarlas como a las estrellas.
Me pierden los planetas al borde de la extinción,
como el nuestro, las dimensiones paralelas
que no pueden ser, huelo esas vidas
en el saco de la ropa sucia.
Al pasado hay que viajar con casco y botas
hay una señal que reza prohibido el paso
a toda persona ajena.
Suelo revivir las primeras veces de todo,
siempre hay algo pendiente que haría al revés.
Daba tanta importancia a la ropa de la cita,
que no disfrutaba de lo único que importaba:
su mano en la rodilla o debajo de mi falda.
También me gusta repetir los finales
Sobre todo el instante en que te pierdo,
en bucle, una y otra vez, a cámara lenta.
Luego lo contrario. Aquí no hay límites ¿Sabes?
Podríamos hacer lo que quisiéramos, incluso matar.
Ahora, en ese instante, tú harías justo lo contrario

y yo aún te querría. Nadie necesitaría escribir.

19 Abril 2017

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