IEste año es el primero que no escribo balances, deseos ni una lista de propósitos imposibles.
Quizá soy feliz.
Quizá tenga la suerte de saber la suerte que tengo de tener lo que tengo.
Quizá me lo haya currado.
Quizá prefiera gastar esa energía en seguir luchando.
Quizá sea que por fin he aprendido que la clave de la vida es disfrutar del ahora, de todo lo que tienes y podrías perder... Porque así es la vida y todos sabemos que hay momentos que...
Quizá me gusta quien he conseguido ser. (Y no, no ha sido fácil y aún tengo mis días, pero los hago frente con la sonrisa. Por eso no puedo ser benévola con la debilidad.)
Quizá porque sé que no soy perfecta, ni lo sé todo. Pero estoy viva para seguir trabajando en crecer.
Quizá sólo disfruto de mi ser, de respirar, del sol de invierno.
De dar todo sólo a los que realmente se lo merecen.
De besar, abrazar...
¡Que liberación no malgastar mi energía en quien me la quita!. Ni en caer en la trampa de quedarme en el fango de lo que he perdido.
No. Voy a usar todo mi tiempo en disfrutad con plenitud de los que aún están aquí. Y querer.
Voy a seguir luchando por mis sueños, a la inspiración la encontraré trabajando.
No, perdonadme. Este año doña perfecta no va a escribir deseos ni propósitos. He pasado a la acción.
Querida familia y amigos. Los de sangre y los otros. Vosotros lo sabéis aunque no os etiquete ¡Disfrutad del 2017 como si fuera el último año de vuestra vida!
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