sábado, 13 de junio de 2015

Un rato

Ahora que tu cuerpo cabe en mi regazo,
te envuelvo como un regalo y bailo contigo
(todo lo lento que puedo).
Al unísono, subes y bajas,
a la velocidad de mi esternón
y te abandonas sin más. 
Parece tan fácil ¿verdad? 
Tú no lo sabes, ojalá lo hicieras
¡Cómo quisiera que no lo olvidaras!
Que nunca más te sentirás como ahora.
Un día ya no podré...
Y tú yo adulto saldrá en su busca, a ciegas, y no podremos ayudarte.
Poco a poco te empeñas en salir,
inevitable: tus piernas crecen
y llegará el terrible día en que no quepas
y tenga que abrirte los brazos.
Ahora quédate aquí, te sujeto firme.
Velo por tus expiraciones profundas,
y garantizo tu levedad más absoluta:
Y la falta de gravedad de tu piel
que cae en cascada sobre mí,
tu manita sobre mi hombro:
Fluimos. 
Abandónate aquí y ahora.
Un poco más, así
sólo eso, un rato.


No hay comentarios:

Publicar un comentario