Te lo doy
todo por fin.
No temas,
ven,
cógelo.
Aquí, en mi
mano
mucho más
que un puñado de tierra: Nosotros.
Pero la
arena se escapa entre mis dedos sin que tu la recojas.
Una vez
fuimos sólo tu y yo en el mundo.
¿Te
acuerdas?
Aquí en este
pedazo de tierra,
furtivamente,
a las
afueras de China.
Junto al
río, el escondite, la tregua.
Entonces
fuimos sólo tú y yo
y los cuatro
elementos,
¿Recuerdas?
La piel en llamas,
el viento en los labios,
el barro en la ropa.
La lluvia en tu cara,
Y yo en arenas movedizas.
Hoy miro la arena caer sin remedio
y deshacerse en el suelo para siempre.
Hoy eres piedra.
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