Encontrar la inspiración y provocarla,
hacernos cosquillas
con las palabras y descojonarnos del mundo.
Descorbatar la realidad y ponerle una nariz de payaso.
Coger una corriente de aire y volar, romper el contexto en
añicos.
Reírse en la cara de los que nos desprecian y dejar que nos
resbalen las miradas por encima del hombro.
Catalizadores: potenciarnos unos a otros.
Reír. Sobre todo reír.
Desnudarnos desde dentro, levantar la voz y construir una
burbuja irrompible.
Nosotros. Sólo nosotros. ¿Qué importa el resto?.
Luchar contra olas de más de cinco metros, dejar que nos
arrastren y reír, sobre todo reír.
Enseñar una teta al mundo y tener orgasmos por la boca
probando un pincho premiado y un txakolin. Soñar en
grupo.
Reírse. Sobre todo reírse. De uno mismo, de todos nosotros,
del mundo.
Horas que compensan la existencia.
Afortunados. Sentirnos afortunados porque hay gente que no
alcanza estos momentos auténticos en toda la vida.
Derribar el mundo como un lego para volver a nombrarlo a
nuestra manera.
Cambiar las piezas de sitio, una y otra vez, porque si algo
hemos aprendido es que nada es eterno, y menos nuestra forma de construir el
mundo.
Reírse, sobre todo reírse.
Bailar el ritmo de la noche, cantarla y crear juntos la
danza de la luz.
Capturar nuestras esencias, compartirlas y convertirlas en
fósiles.
Hablar sin filtros entre el cerebro y la boca que nos descafeínen.
Reírnos, sobre todo reírnos y no perder la
sonrisa.
Reírnos, sobre todo reírnos juntos. :)
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