De pronto descubres que cada uno NO recoge lo que siembra,
y tu balanza se descompensa.
¿Por qué seguir dando lo mejor de ti mismo?:
Si los reyes te traerán carbón aunque seas bueno,
tu jefe no te ascenderá aunque hagas horas extras
y tu pareja te engañará por mucho que la quieras.
Quizá nunca puedas alcanzar ni un sueño.
Nada depende de ti:
aunque NO siembres vientos, recogerás tempestades.
La vida, una moneda que se lanza al aire:
sólo puedes elegir “cara o cruz” y cruzar los dedos.
Vamos, te puedo asegurar que todo eso y alguna cosa más -de incluso mayor trascendencia-, me ha sucedido.
ResponderEliminar¿Que si duele? ¡Muchísimo, joder!
Pero se sobrevive. Posiblemente no te haga más fuerte, pero si más sabio.
Y sigues. Sin volverte cínico, violento o vengativo. ¿Por que?. Pués porque cada uno es como es. Porque el único con quien tengo que estar conforme soy yo mismo.
Me parece que tú estas aún empezando este juego que llamamos vida, pero si juegas bién, aunque no ganes, te divertirás.
Muchas gracias por tu reflexión.
ResponderEliminarA seguir jugando con una sonrisa. Y lo que nos queda...
Pero entre juego y juego, viene bien pararse y reflexionar...