sábado, 24 de abril de 2010

Tu pecera

Atrapado en la corriente, estancado.
Flotas como un pez autoenjaulado,
que espera al mar, que venga y te saque.
¡Pero no vendré a buscarte!

Amarrado a la rutina, sueñas al viento,
pero por mucho que yo sople,
nunca habrá en ti movimiento.
¡Has agotado mi aire!

Pones diques en todas partes,
porque temes desbordarte.
Y ahora quieres que te salve.
Tarde. ¡No me vaciaré para llenarte!

1 comentario:

  1. Bellísimo.
    Me da la sensación de que llevaba mucho tiempo buscando algunas de las reflexiones que compartes en este blog.

    Felicidades por tu empatía, y por tu forma de transmitir :)

    ResponderEliminar