Aposté todo al rojo, dejé a la reina, tan daltónico como deslumbrado por su sonrisa juguetona.
No vi venir el giro de la ruleta: me dejó por el negro.
Aposté todo al rojo, dejé a la reina, tan daltónico como deslumbrado por su sonrisa juguetona.
No vi venir el giro de la ruleta: me dejó por el negro.
Una vez, cuando era joven y ciega, vi un gigante y me enamoré. Le quise tanto, tanto, tanto, que solté la lanza. Estaba dispuesta a dejar la batalla por él. Hasta que me partió en dos con las aspas.
Una vez, cuando era joven y ciega, vi un gigante y me enamoré. Le quise tanto, tanto, tanto, que solté la lanza. Estaba dispuesta a dejar la batalla por él. Hasta que me partió en dos con las aspas.
Los republicanos salieron a manifestarse frente al ministerio de sanidad. Las pancartas y consignas rezaban: ¡No le pongáis corona a los virus! ¡Gripe sin corona!
Hoja, lienzo, bloque en blanco
Tú con la llave:
lápiz, manos, pincel, cuerdas (vocales), hilos, cincel, viento, timbales, cariocas, letras, teclas, tinte, acrílicos, objetivo o piel.
Crea las raíces subterráneas que salvarán este bosque nuestro en vías de extinción.
Hazte otro selfie. Pon otro filtro. Llena el vacío.
Puede que, a pesar de tus followers, te sientas solo de pronto. Ni si quiera sospecharás que estaba aquí esperando, al otro lado de tu pantalla, con un like ardiendo en los labios.
Te elevé, sin coacción, a categoría mística. Así que me merezco que ahora ni siquiera dudes, desde tu altar, en recordarme que soy mortal.
En mitad del atasco cierra los ojos. Retumban los cláxones internos. El atascado en su propio atasco. Expira humo. No hay escape. Se cala otra vida.
Otro claxon: ¡gilipollas circula!
En mitad del atasco cierra los ojos. Retumban los cláxones internos. El atascado en su propio atasco. Expira humo. No hay escape. Se cala otra vida.
Otro claxon: ¡gilipollas circula!