Héroes cotidianos

El verdadero viaje del héroe comienza después de la aventura, cuando llega a casa. Lo verdaderamente heroico es luchar a diario sin oráculo ni dioses, ni tiempo de interpretar los posos del café, tirar para la oficina, sin retorno.

Versiones: Blancanieves de hoy

¡Ay las Blancanieves! Añoran sus amigos los enanos e incluso el veneno de la manzana. Habría sido más dulce ese final que esta interminable letanía de decepciones diarias con un príncipe que ahora solo blande una lata de cerveza. 

Colmos de pijos con la digitalización

Aparca el Lexus en doble fila. Aleluya, una rubia espectacular abre la puerta y entra sin preguntar. Sonríe seductor, esconde la foto de familia y hace rugir el motor, hasta que se da cuenta que le han confundido con Cabify. 

Comunidad

Risas de niños camuflan seseos de serpientes  adultos que juegan a las casitas. 

Felicidad de cartón en el patio 

sonrisas y saludos amistosos.

Luego ya en casa se afilan los colmillos 

y las lenguas viperinas se cargan de veneno.

Palabrario: romper

No existe el final feliz

Si termina, será imperfecto

Por algo se llama romper. 

Chirimiri

Ojalá cayera ahora mismo un meteorito, así dolería menos nuestra extinción

Chirimiri diario de piedras

Me pregunto quién encontrará nuestros fósiles en el piso. 

Ruedas de molino

¡Ay tú y tus gigantes!

Sacas la bandera blanca. Me parto

Das por perdida sin desenfundar.

Vale no son  molinos, ni tu don quijote

Temblando, ni ves que son sólo enanos cotidianos que ahora se ríen de ti. 

Callejeros: sin azúcar

Duerme en el banco. Alguien le ha dejado una bolsa con cuatro limones. Al menos desayunará zumo. Ácido. 

En la calle no hay azúcar. 

Ejecutivo a construir pirámides

Aprietas el nudo más fuerte

Con la soga al cuello

Falta el aire 

100% seda natural

A trabajar.

Tomo I

Que tu realidad no estrangule mi ficción 

Ni tus metáforas ahoguen mis palabras.

Todo lo que digas podría ser poema en tu contra

Te aviso:

Nuestro libro no tendrá secuela.