La niña croqueta acaba de florecer.
30 primaveras.
Por fin se ha convertido en la rosa perfecta
y ha dejado de tener miedo de cortarse con sus espinas.
Por fin es ella: brillante y desbordante…
Y lo sabe.
Ha descubierto por fin sus poderes:
El potente sabor de sus labios de fuego,
y el efecto de convertirte en piedra con su mirada
y de lanzar dardos elocuentes con la boca.
Ella se merecía más que nadie convertirse un poco en Narcisa,
sin correr el riesgo de ahogarse con su reflejo.
Y sus pies van armados con 20 centímetros de tacón de aguja,
pisa fuerte y va dejando a su paso una estela afrodisiaca.
La reina del estilo original y genuino. Inimitable.
Por fin acepta haberse salido del tiesto,
con la cabeza bien alta
y se ha se ha alzado en el cielo,
alcanzando la categoría de estrella musa.
La mezcla perfecta de Afrodita y Dionisio.
Ella sabe que nunca más caerá en agujeros negros,
pero que no hay que culparse de tropezar con las mismas piedras,
que no está sola y tiene dónde apoyarse...
Que seguirá luchando para seguir iluminandonos.
Que llegará dónde quiera, pero sin olvidar nunca que ya ha llegado a muchos sitios.
Ahora sabe cuántos hombres se arrepentirán siempre de haberla perdido...
Y no le dan lástima,
le son indiferentes esos inexistentes que inventó.
Se les han deshecho todos los mitos.
Ella se merece un príncipe valiente y pelirojo,
pero ya no la hace falta besar sapos mientras le espera.
Ella es uno de los vértices del triángulo irregular más equilatero del mundo.
¡Adoremos a la diosa en que se acaba de convertir!
PS..Te quiero princesa… Decirte feliz cumpleaños se me quedaba demasiado corto....